Autores: Roberto Verganti y  Don Norman Fuente: https://hbr.org/2019/07/why-criticism-is-good-for-creativity

Uno de los mantras más populares para la innovación es «evitar la crítica». La suposición es que la crítica mata el flujo de creatividad y el entusiasmo de un equipo. La aversión a la crítica se ha extendido significativamente en los últimos 20 años, especialmente a través de los defensores de pensamiento de diseño. En la plataforma de enseñanza en línea de IDEO, la primera regla de lluvia de ideas es «aplazar el juicio». Para que esta regla sea aún más práctica y directa, otros la han redactado para decir: «Cuando una persona propone una idea, no digas «Sí, pero…» para señalar defectos en la idea; en lugar de eso, digamos: «Sí, y…» — que pretende que la gente agregue a la idea original.

Por lo tanto, proponemos un enfoque diferente: la regla de «Sí, pero, y». Para explicar cómo funciona esta regla, primero discutamos por qué la crítica sola («Sí, pero…») y la sola idea («Sí, y…») no funcionan.

La regla de «Sí, pero. El problema con esta regla es que las ideas, aunque excepcionales, a menudo tienen defectos importantes. Esto es especialmente cierto para los más innovadores porque se sumergen en espacios inexplorados. Si alguien usa la existencia de un defecto para matar la idea, se puede perder una gran innovación.

La regla de «Sí, y. La noción de construir sobre una idea, en lugar de criticarla, para mantener un flujo creativo podría sonar como algo bueno. Sin embargo, sin comentarios críticos, difícilmente entenderías por qué tu idea original no funcionó. Percibiría la nueva propuesta como una desviación no relacionada o, lo más probable, una perspectiva conflictiva diferente. Y el equipo perdería la oportunidad de sumergirse profundamente en la idea original. Se está moviendo hacia adelante sin progreso.

La regla de «Sí, pero, y. Sugerimos combinar las mejores características de la crítica con lo mejor de generar nuevas ideas. Cuando usted propone la Idea A, un colega primero aborda lo que él percibe como un defecto en ella, proporciona retroalimentación constructiva (este es el «pero»), y luego sugiere una posible manera de superar o evitar el defecto, produciendo la Idea B (este es el «y»). Luego hace lo mismo: reconoces la Idea B, provees una crítica constructiva y desarrollas un resultado nuevo, aún más mejorado. Otros pueden saltar con sus críticas y propuestas durante el proceso. Este tipo de interacción constructiva fomenta un ciclo profundo de diálogos críticos que pueden conducir a una idea coherente e innovadora.

Tenga en cuenta que el «pero» debe anticiparse al «y» esto es esencial. Con el fin de basarse en su idea, su colega no sólo añade una nueva propuesta mejorada. En primer lugar, ella proporciona una crítica, que le permite recibir información preciosa y específica, ver debilidades en su idea que no se podía detectar a sí mismo. Usted y todo el equipo estarán listos para sumergirse más profundamente en la siguiente iteración. Es la combinación de «pero» y «y» lo que crea un progreso real, lo que permite al equipo ver tanto los componentes positivos como los negativos y permitir que cada iteración profundice aún más en el análisis.

Para crear avances, es necesario aprovechar los contrastes que provienen de la crítica en lugar de escapar de ellos. En su investigación sobre el poder de la disidencia, Charlan Nemeth muestra que el debate y la crítica no inhiben las ideas, sino que las estimulan. El progreso requiere enfrentarse y fusionar, sin comprometer ni posponer, perspectivas diferentes.

Francesca Gino sostiene  que la crítica funciona sólo cuando conduce a mejorar y mejorar una idea. Un elemento clave en este proceso es la escucha respetuosa y el reconocimiento del talento y las habilidades de los colegas. Cuando el «pero» se convierte en un ataque a la otra idea (o peor aún, a la otra persona), entonces el resultado es perjudicial. Añadir «y» al «pero» fomenta la crítica constructiva y positiva, convirtiéndola de una frase que mata ideas en una forma de expandir el flujo de la creatividad en lugar de detenerla.

Crítica, Creatividad, Curiosidad

La regla de «Sí, pero, y» debe realizarse con cuidado y una dosis significativa de disciplina. Aquí hay algunas pautas simples.

Primero, cuando criticas las ideas de otro, necesitas aprovechar tu mente creativa lo más profundamente posible.

  • Cuando veas una debilidad en la idea, no digas simplemente: «Esto no funciona». Más bien, primero explique el problema y luego proponga una mejora que lo haga funcionar.
  • Cuando no entiendes la idea, no digas simplemente, «Eso no está claro para mí». En cambio, primero apunte al punto específico que no está claro y luego proponga posibles interpretaciones alternativas: «¿Te refieres a X o Y?» Esto ayuda a todos los participantes a ver opciones más detalladas.
  • Cuando te gusta la idea, no lo tomes como es. En su lugar, busque posibles mejoras y luego avance para hacerlo aún mejor.

Segundo, cuando escuchas la crítica de alguien a tu idea, deberías tratar de aprender de ella. Una forma práctica es escuchar atentamente la crítica, tener curiosidad y preguntarse: «¿Por qué mi colega sugiere este punto de vista que no está en línea con lo que veo? Tal vez hay una idea aún más poderosa escondida detrás de nuestras dos perspectivas». La crítica se convierte en una fuerza positiva, centrando al equipo en superar sus debilidades y potenciar la idea original.

El secreto de la crítica en la innovación radica en el comportamiento conjunto de los participantes. Aquellos que ofrecen críticas deben plantear sus puntos como sugerencias positivas y útiles. Aquellos que están siendo criticados deben utilizar las críticas para aprender y mejorar sus ideas. Cuando se lleva a cabo con curiosidad y respeto, la crítica se convierte en el forma más avanzada de creatividad. Puede ser fascinante, apasionado, divertido y siempre inspirador. Vamos a combinar «Sí, y» con «Sí, pero» para crear el constructivo y positivo «Sí, pero, y».